Por último, la gente roja del PSUV no deberá olvidar jamás que el pueblo venezolano conoce al cojo cuando está sentado y al ciego cuando está dormido, en otras palabras, que el venezolano de abajo, el más pobre, está cansado de los profetas del fariseísmo y de las engañifas social rojitas...
La demagogia sucia, embustera y baratona ,es de por sí una
estrategia electoral que consiste en apelar a los
sentimientos, temores y amores de los deseos para ganarse el apoyo de la gente
incauta en el momento de votar. La demagogia es pura retórica y argumentaciones
aparentemente válidas pero bastantes simplistas.
La
demagogia barata está muy asociada con el favor y la estimulación de las
ambiciones y sentimientos de las comunidades. Por eso las promesas que suelen
realizar los demagogos de oficio durante las campañas electorales son
habitualmente señaladas y mal criticadas como demagogia baratona, cuando de
éstas se sabe que, ciertamente, no serán jamás convertidas en hechos evidentes
y palpables.
La
demagogia ha sido acremente criticada ,debido al uso de las grandes masas
populares para alcanzar los fines propiamente personales de muchos aspirantes a
cargos de elección popular y a la utilización intensiva de técnicas
publicitarias, características que les son propias a aquellos que hacen del
mercado electoral medio para mentir y engañar a los electores y al incauto
comprador de todo lo que le ofrezcan en el mercado comicial. Ahora, es lógico
suponer, que ciertamente existen políticos de altura y, en medio de aquellos,
politiqueros demagogos y engañosos.
Después
vienen los medios de comunicación que están en manos del gobierno para hacer de
la demagogia barata el caldo de cultivo más manoseado. Ellos saben que una
mentira repetida cien veces muchas veces se convierte en verdad ,para la gente
incauta. Y los incautos cada día crecen más que la verdolaga. En los próximos
cuatro meses los venezolanos nos aprestamos a votar para escoger a los hombres
y mujeres que, a partir del 6 de enero de 2016, deberán sentarse en las curules
de la Asamblea Nacional.
De
allí pues que, sin lugar a dudas, desde las filas oficialistas empezarán a
repartir caramelos disfrazados de dinero contante y sonante, neveras,
lavadoras, aires acondicionados, camas y ventiladores, solo por mencionar
algunas de las muchas cosas que la demagogia barata acostumbra a regalar para
comprar conciencias débiles y necesitadas.
Ciertamente que la próxima campaña
electoral será utilizada por el gobierno y sus candidatos para mentir como nunca antes lo han hecho
porque, ya está más que sabido que su presunto triunfo está en pico de zamuro y
deberán hacer uso de toda clase de artimañas para lograr cautivar a un mayor
número de incautos pero, persuadida estoy, que esta vez el tiro le saldrá por
la culata porque el pueblo venezolano ya ha aprendido bastante, ya ha observado
cómo es que traban los rojos que están en el poder y, puede que agarre lo que
le ofrezcan, pero el día de las elecciones como el voto es secreto ,sufragarán
por los candidatos de la oposición que, ciertamente, le ofrecieron menos pero
que cumplirán más.
Por
último, la gente roja del PSUV no deberá olvidar jamás que el pueblo venezolano
conoce al cojo cuando está sentado y al ciego cuando está dormido, en otras
palabras, que el venezolano de abajo, el más pobre, está cansado de los
profetas del fariseísmo y de las engañifas social rojitas, quienes camuflados
de demócratas pretenderán volver a sumirlos en las mentiras y en la demagogia
baratona. No, esta vez esas marramuncias no sucederán porque los venezolanos
estamos curados de espantos y no creemos en cuentos de camino ni de “cachos” de
carreteras… puesto que conocemos la verdad que nos ha libertado.
(Fotos y gráficas tomadas prestadas de internet)
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